A.M. se casó en segundas nuncias.
Se encontró con dos hijos, desde el primer momento, ella, se creó la tensión de querer, de amar al más pequeño, que parecía el más dañado por la muerte de su madre. Trató de rescatarlo para no defraudar a su nuevo marido, a la familia, a lo que se esperaba de ella.
Ese amor, desde el primer momento fue un amor condicionado, forzado, ella cumplía su papel de "madre adoptiva " lo mejor que podía.
El "niño " creció, su padre falleció y A.M. es viuda.
Con El Sentir Consciente reconoció como fue esa historia de amor, la vio, se la contó, la experimento. Y así esa energía forzada, empequeñecida de lo que se creía que era amor, fue desapareciendo, se fue transformando en un amor sin condiciones. No solamente al "niño adulto" sino también a la vida y de esa transformación apareció la energía de la gratitud.....
Todo esto lo experimentó A. M. forma parte de su tesoro vital, sus experiencias.
Ese amor, desde el primer momento fue un amor condicionado, forzado, ella cumplía su papel de "madre adoptiva " lo mejor que podía.
El "niño " creció, su padre falleció y A.M. es viuda.
Con El Sentir Consciente reconoció como fue esa historia de amor, la vio, se la contó, la experimento. Y así esa energía forzada, empequeñecida de lo que se creía que era amor, fue desapareciendo, se fue transformando en un amor sin condiciones. No solamente al "niño adulto" sino también a la vida y de esa transformación apareció la energía de la gratitud.....
Todo esto lo experimentó A. M. forma parte de su tesoro vital, sus experiencias.
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