MOVIMIENTO 2

Cuando estamos conectados con el aquí y ahora, el movimiento y el espacio nos da el sentido de pertenencia, de seguridad, de sentirnos a salvo. Nos contiene, nos soporta.


El movimiento adquiere coherencia, sea la que sea y la vida se va presentando, desplegando.

El sentir consciente nos permite liberar la desconexión con el aquí y el ahora, y nos posibilita volver a ese lugar que es en donde sucede la vida -sea de la índole que sea- y volver al movimiento, a ese fluir Y ALINEARNOS CON EL AHORA.


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MOVIMIENTO 1

EVOLUCIONAR: Pequeña historia

Una profesora de Yoga daba clases y nunca se llegaba a sentir tranquila ni satisfecha después de las clases. Descubrimos que la exigencia y el prestigio ante las otras personas la colocaban en un espacio de tensión porque, precisamente, buscaba la seguridad en los otros, la aprobación, para sentirse a salvo.

La intención o el deseo de evolucionar sin sentirnos a salvo nos avocan al fracaso, al sufrimiento; sobre todo, cuando este  sentirnos a salvo  lo vivimos como algo mental que nos hace buscarlo fuera de nosotros.

Entonces, como no hay nada experimentable y real que nos haga sentirnos a salvo, creamos estructuras, exigencias, asideros ficticios que solo nos hacen sentir precisamente, su inutilidad y sufrimiento

El sentir consciente nos permite la toma de consciencia con lo que está ocurriendo liberándonos del sufrimiento.

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El Sentir Consciente

RESONAR CON LA VIDA IV

Muchas veces seguimos mirando a la madre, la tenemos ante nuestro campo de visión, nuestra mirada se posa sobre todo en ella, y en lugar de mirar a la vida que tenemos delante y resonar con ella, miramos a la madre porque seguimos atrapados en el sufrimiento. Nuestro territorio, espacio, sigue contenido de ella, sea lo que sea ella.

Reconocemos, le damos lugar a Todo aquello que hay entre la madre y uno, sea lo que sea y venga de donde venga.

El Sentir Consciente nos permite desvelar esta situación y podemos liberar todo aquello que no nos permite resonar con la vida. Es entonces cuando nos permitimos que la madre ocupe su lugar.

Así podemos observar dónde se posa la mirada de cada uno, hacia donde se dirige y detectar qué es lo que nos está causando sufrimiento, desconexión.

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