Cuando experimentamos un dolor, un sufrimiento de la índole que sea: emocional, físico, psicológico,… y de donde quiera que provenga: de ti, de fuera de ti, de esta existencia o de otras, es porque estamos experimentándolo en el cuerpo.
Puede ser una sensación de agobio en un lugar concreto o generalizado; un dolor, una sensación de hinchazón que limita, una sensación de desaparecer, de que no hay nada que te mantenga o un malestar o una incomodidad no precisa. ES AQUÍ DONDE LO SENTIMOS: EN NUESTRO TERRITORIO, NUESTRA CASA.
Entonces, lo que hacemos en detectar dónde está el origen de este malestar en concreto, lo rastreamos por el cuerpo, porque el cuerpo refleja la historia de cada uno y la de nuestros predecesores. Nos conectamos con el Sentir, una herramienta capaz de detectar eso que nos causa sufrimiento. Y el hecho de reconocerlo, darle lugar, espacio, hace que esa energía que está causando la tensión, desaparezca.
El espacio o territorio es una de las claves. ES EL ESPACIO O TERRITORIO VULNERADO EL QUE NO PERMITE LA EXPRESION. OSEA, EL EXPANDIR Y EL CONTRAER NATURAL DE CADA UNO. DONDE SE CONECTA EL MICROCOSMOS CON EL MACROCOSMOS.
Y este espacio vulnerado, por la razón que sea, es el que se experimenta en el cuerpo como
Palabras para testar/investigar: partes pequeñas o micro cuerpo, protones, neutrones, electrones….hasta la célula. Partes grandes o macro cuerpo, órganos, sistemas estructura.
Cavidades del cuerpo y “tuberías”. Territorio externo, espacio interno. Tensión correcta.
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Muchas gracias Silvia. Cómo nos podemos conectar con el Sentir?
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